Ole Saeter: De jugador a hincha en tiempo récord

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En el reciente enfrentamiento entre el Rosenborg Ballkub y el Molde en la Liga de fútbol noruego, se desató un episodio sorprendente que captó la atención de fanáticos y medios por igual. Ole Saeter, delantero del Rosenborg, fue el protagonista indiscutible al decidir tomar un rumbo inusual después de ser expulsado en el primer tiempo. En lugar de retirarse al vestuario tras su expulsión, Saeter optó por unirse a los hinchas en la tribuna, llevando la experiencia del fútbol a nuevas alturas. Los aficionados, evidentemente, le dieron la bienvenida con los brazos abiertos como si fuera uno más.

Afortunadamente para él y los suyos, el resultado del partido fue de victoria para su equipo por 3-1 con goles de Thorvaldsson, Sverre Nypan y Emil Frederiksen. A pesar de un tanto de Breivik que causó el empate poco después de aquel con el que Thorvaldsson había abierto la lata, poco se incomodó el conjunto local. En ese momento, eso sí, Ole Saeter aún seguía en el banquillo, sin que el árbitro se percatara de ningún comportamiento fuera de lo común que le molestara. Más adelante, se produjo la tensa situación en que le mostró la cartulina roja directamente desde el campo.

Expulsado… y no se lo piensa dos veces

El incidente ocurrió en el minuto 45 del primer tiempo, cuando Saeter se vio envuelto en una acalorada disputa con su oponente Mathias Fjortoft Lovik, culminando en un empujón que le costó la expulsión. La reacción infantil del futbolista noruego dejó boquiabiertos a los espectadores y planteó la interrogante sobre cómo abordaría la situación el árbitro, que terminó por mandarle directamente a las gradas. No le supuso problema alguno al futbolista, que se adhirió a los cánticos de los seguidores como uno más. Quienes pasaron cerca de él se quedaron atónitos ante su transformación a aficionado.

Lleno de espíritu, se unió a los fanáticos en la tribuna, como se acaba de relatar, pero no solo eso, sino que también encendió una bengala, creando una escena inédita. Un video capturado por un seguidor muestra al delantero entregado, coreando himnos del equipo y participando como uno más en la celebración. El contenido no tardó en hacerse viral en las redes sociales, donde los hinchas celebraron el entusiasmo con el que un profesional del fútbol actuó como si de un aficionado más se tratara. Este tipo de acciones acercan a los jugadores a sus fieles y pueden hacer mucha ilusión.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de que su fútbol está algo alejado del foco general, el balompié de la Liga de Noruega es de los que más pasiones levanta del mundo. Sus derbis son acalorados, sus aficiones son vengativas con todo entrenador o jugador que consideran que han sido traidores y no es extraño ver pancartas llamativas, gradas llenas de color o fans amagando con hasta saltar al campo en momento de máxima tensión. Esto, evidentemente, exige la mayor atención a los cuerpos de seguridad de cada estadio, que tienen que velar por salvaguardar el físico de los jugadores.

Al final, victoria: ¿qué dijo el jugador ‘ultra’?

Contrariamente a las expectativas, el Rosenborg Ballklub emergió victorioso con un marcador de 3-1 sobre el Molde, logrando así su segunda victoria consecutiva con Saeter alentando desde la tribuna. Posteriormente al partido, Saeter se dirigió a los medios con humildad y admitió su error: «Fue una mala decisión de mi parte. Me he disculpado con mis compañeros. Eso no fue lo más responsable de mi parte, pero lo más importante es que hemos ganado». Por mucho que se mostrara arrepentido, los hinchas estaban encantados de su efusividad y su espontaneidad al unirse a ellos.

Este peculiar episodio, que ha generado amplias reacciones en las redes sociales, destaca cómo el fútbol, a pesar de su seriedad competitiva, puede ofrecer momentos impredecibles y llenos de sorpresas que trascienden las expectativas convencionales. La historia de Saeter entre los hinchas se suma a la rica narrativa del fútbol, recordándonos que el deporte siempre tiene la capacidad de sorprender y entretener de maneras inesperadas. No debería extrañar que, una vez concluya la temporada, se encuentre el vídeo del futbolista entre los más virales del curso o, como mínimo, más simpáticos.

Saeter, el jugador que ha protagonizado este suceso, lleva ya varios años en el Rosenborg y tiene 27 años. Aunque no es de los más veteranos del vestuario, sí que goza de cierto bagaje a pesar de su juventud. Esta temporada, tan solo ha salido al campo en dos ocasiones, una de ellas como titular, así que se comprende lo tenso que puede estar por no haber contado demasiado para su entrenador. De ahí, quizá, el enfrentamiento con un rival que llevó al colegiado a expulsarle por mucho que a él no le importara y se marchara a la grada. Puede que fuera su forma de dar escape a sus sentimientos.

¿Qué se jugaba el Rosenborg? ¿Era para tanto?

El Rosenborg, en el partido en el que nuestro protagonista se fue a la barra, se veía las caras con un Molde que es uno de los clásicos del fútbol noruego. Se jugaba dar un paso adelante en la tabla para ahuyentar los fantasmas de alrededor de la zona de descenso, aunque el equipo goza de cierto colchón con una renta de cerca de diez puntos más que los conjuntos de más abajo en la tabla. Aun así, la diferencia entre pelear por objetivos nobles o por una simple permanencia se hace palpable a flor de piel de los jugadores y puede encontrar este tipo de formas de salir a la palestra.

El Molde, de hecho, cosechó su cuarta derrota seguida, así que el resultado favorable para el Rosenborg implicó aprovechar el mal estado de forma de un rival que estaba varios escalones más arriba en la tabla, con lo que se logró comprimir esta zona de la clasificación, lo que viene de perlas para posibles adelantamientos en las próximas semanas. ¿Será capaz el Rosenborg de quedar en una posición más loable en lo poco que queda de curso? En caso de que así sea, ¿será capaz nuestro protagonista de mantenerse alejado de los cánticos de las gradas y el calor de las bengalas?

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