14 de diciembre: River y Boca ¡Campeones del mundo en Japón!
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No es demasiado común en el fútbol argentino, pero hay algo que comparten Boca Juniors y River Plate. Por una vez, existe algo, en este caso una fecha, que pone de acuerdo a los dos equipos más grandes del fútbol argentino: el 14 de diciembre. En ese día, ambos fueron proclamados campeones del mundo. Los ‘millonarios’ lo consiguieron en 1986, mientras que los ‘xeneizes’ tuvieron que esperar hasta 2003. En el caso de los de Núñez, la víctima fue el Steaua de Bucarest. Ppor parte de Boca, fue el Milan el perdedor en la final.
River, el primero en campeonar un 14 de diciembre
En 1986, River Plate consiguió su primera estrella mundial. Y hasta ahora, es la única que posee el conjunto del Monumental. La Copa Intercontinental de aquel año midió, como era costumbre, a los vencedores de la Copa de Europa de la UEFA y la Copa Libertadores de CONMEBOL.
Por parte del equipo argentino, el billete empezó a ser sacado en una primera fase de grupos en la que fue líder destacado con cinco victorias y un empate en seis partidos. Casi dobló en puntos a sus rivales más cercanos, Montevideo Wanderers y Boca Juniors, y logró pasar a una segunda liguilla mucho más ajustada.
Con cinco puntos, compartió puntaje con Argentinos Juniors, con el que compartía grupo además de Barcelona de Guayaquil. El golaveraje permitió a los ‘millonarios’ avanzar directamente a la final, en la que se midieron a América de Cali. River se impuso tanto en la ida, celebrada en territorio colombiano, como en la vuelta. Venció por 1-2 en el Pascual Guerrero y por 1-0 en el Monumental, lo que le permitió ser campeón y, entre otros privilegios, disputar la referida Copa Intercontinental de 1986.
El Steaua de Bucarest fue el rival. Los rumanos se llevaron una Copa de Europa que aún funcionaba a base de eliminatorias puras, sin grupos. En primera ronda, eliminaron al Vejle danés con un global de 2-5. Ya en octavos, se deshicieron del Budapest Honved húngaro (2-4) antes de derrotar al finlandés Kuusysi por la mínima. Tras el 0-0 de la ida, vencieron los de Bucarest en la vuelta por la mínima y se plantaron en semifinales.
En semis, el Steaua sufrió su única derrota del torneo. Fue en la ida ante el Anderlecht (1-0), pero se repusieron en casa. Con un triunfo por 3-0, remontaron la eliminatoria y accedieron a la final, en la que esperaba el Barcelona. Tras finalizar el encuentro con 0-0, se llegó a una tanda de penaltis fatídica para los españoles. Alexanko, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos Alonso fallaron sus lanzamientos. Majeatu y Boloni habían errado los dos primeros del Steaua, pero Lacatus y Balint marcaron para un pobre 2.0 final.
River y Steaua, tras estos méritos, se citaron en Japón, en el Estadio Nacional de Tokio, el 14 de diciembre de 1986. Los argentinos se llevaron la victoria gracias a un solitario tanto de Alzamendi en el minuto 28 de partido. El uruguayo, con un cabezazo certero, pasó a la historia como el héroe de la primera estrella mundial, y hasta ahora única, de la entidad de Núñez.
Boca, tricampeón mundial en 2003
En los primeros años del siglo XXI, Boca Juniors alcanzó su ‘hat trick’ de coronas mundiales. En 1973, llegó la primera Copa Intercontinental para un club que se impuso al Borussia Mönchengladbach en la final, por entonces a doble partido, con un global de 5-2. En el año 2000, llegó la segunda con la inolvidable victoria ante el Real Madrid en Japón (2-1). Y tras perder ante el Bayern de Múnich al año siguiente, llegó el tercer título en 2003.
El entonces equipo de Carlos Bianchi conquistó una Libertadores en la que no pudo ganar su grupo. Los argentinos fueron segundos con 11 puntos, mientras que el líder fue Independiente Medellín con 12. En octavos, Boca eliminó a Paysandú, al que tuvo que remontar en Brasil (2-4) tras haber perdido en La Bombonera (0-1). En cuartos, Cobreloa fue la víctima (1-2 y 2-1), mientras que los ‘xeneizes’ arrasaron a América de Cali (2-0 y 0-4) en las semifinales. Ya en la final, Boca venció a Santos por 1-3.
Por su parte, el Milan llegaba como ganador de la Champions League, la número siete (y penúltima hasta la fecha) de la historia de la entidad ‘rossonera’. Con Carlo Ancelotti a los mandos, el cuadro transalpino fue líder de su grupo tras ganar los cuatro primeros partidos seguidos y dejarse ir con dos derrotas en los dos últimos. Por aquel entonces, había doble liguilla. En el grupo de esa siguiente ronda, ganó por 1-0 o 0-1 a Real Madrid, Dortmund y Lokomotiv, a estos, en dos ocasiones. Y de nuevo firmó dos derrotas seguidas.
Pese a ello, el Milan volvió a ser líder con 12 puntos y se enfrentó al Ajax en cuartos, al que derrotó por 3-2 en San Siro tras el 0-0 de la ida. El Inter fue el gran escollo antes de la final. El eterno rival ‘rossonero’ igualó a cero como visitante y a uno como local, lo que le hizo caer en favor de un Milan que se vería las caras con otro italiano en la final: la Juventus. En una de las finales con menos espectáculo que se recuerdan, ambos igualaron a cero, y fueron los penaltis los que coronaron a los de Ancelotti como campeones de Europa..
Boca y Milan midieron sus títulos continentales el 14 de diciembre de 2023. Tomasson adelantó a los italianos en el minuto 24, pero Donnet respondió solo cinco minutos más tarde para hacer el 1-1. Con ese resultado se llegó al final del partido y la Intercontinental se decidiría en la tanda de penaltis. Por Boca, solo falló Battaglia, con goles de Schiavi, Donnet y Cascini. En el Milan, solo marcó Rui Costa, que no pudo contrarrestar los errores de Pirlo, Seedorf y Costacurta. De este modo, Boca celebró su triple corona mundial.
¡Vive el fútbol argentino con Codere!
Tras este repaso a dos de los momentos más importantes de la historia de los clubes argentinos en el exterior, cabe recordar que el título del Clausura 2025 está por decidirse en el país sudamericano. Ni River Plate ni Boca Juniors están en una final que enfrentará a Racing Club y a Estudiantes La Plata. La Academia apeó a Boca en semifinales al vencer por 0-1 en La Bombonera, mientras que el Pincha se coló en la final después de derrotar a Gimnasia, su clásico rival, por 0-1 en la ronda anterior.