
41 años del primer partido de Maradona con Nápoles

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Este 19 de agosto siempre será especial para todos los aficionados del Nápoles, ya que fue la fecha del primer partido de Diego Armando Maradona con la camiseta del Nápoles. El argentino marcó una época en la ciudad italiana por su figura, lo que consiguió el equipo con el 10 en el equipo y cómo le recuerdan sus calles tras su muerte. Cinco títulos y una expectación generada alrededor de un equipo que desde entonces es leyenda. Su salida, compleja por el proceso y la polémica que generó, la única nota negativa del proceso.
Un Dios que se estrenó ante River
Maradona fue presentado el 5 de julio de 1984 en San Paolo ante 75.000 aficionados que le recibieron con color. La ciudad quedó en sus manos con la esperanza de marcar una época en el fútbol italiano, como finalmente así fue. Su aterrizaje en el equipo fue de récord mundial, ya que procedía del Barcelona y llegaba a un equipo que prácticamente no había cosechado éxitos en su país. Con él, el Nápoles creció de un año a otro. Tras esos primeros días de la presentación, el astro volvió a Buenos Aires antes de reincorporarse a la pretemporada en Castel del Piano..
El primer partido que Maradona jugó con el Nápoles fue un amistoso frente a River Plate el 19 de agosto de 1984 en el San Paolo. Un partido que terminó con 0-0, pero que dejó estampas para el recuerdo: los hinchas italianos llevaron banderas de Boca, lanzaron gallinas a los jugadores de River y adaptaron ese clima para un Diego que había vestido antes la camiseta de Boca Juniors, eterno rival del Millonario.
A los 30 minutos de juego, Maradona marcó un gol con la mano que fue anulado por el árbitro, que cazó sus intenciones. Sin embargo, fue una primera toma de contacto en la que el 10 todavía estaba muy por encima del resto del equipo, que empezó a crecer junto a él. El estadio, hasta la bandera con unos 85.000 espectadores que agotaron las entradas una semana antes de la disputa del partido.
Así fue su complejo fichaje
En verano de 1984 se pudo gestar uno de los traspasos más importantes del fútbol: Diego Armando Maradona pasó del Barcelona al Nápoles. Las negociaciones fueron duras, se prolongaron durante más de un mes y el presidente del equipo italiano, Corrado Ferlaino, llegó a viajar en avión privado a España para tratar de conseguir ese acuerdo que, por entonces, fue de récord con una cantidad fijada en 7,5 millones de dólares a pagar en tres cuotas distintas. Ferlaino lo había conseguido: un astro mundial para su Nápoles.
En la presentación no pasó desapercibido un tema candente: el vínculo del Nápoles por entonces con la Camorra. Ferlaino decidió expulsar al periodista al considerarlo ofensivo. Con el paso de los días, de los partidos de Maradona en el equipo, el clima tenso de los primeros días se fue calmando para favorecer esa bonita historia que tuvo el argentino en el grueso de su trayectoria deportiva.
¿Qué logró Maradona en Nápoles?
Aunque el club creció a partir de entonces, Maradona hizo grande al Nápoles. Estuvo siete temporadas en el equipo italiano y consiguió objetivos que parecían imposibles. Marcó la línea el primer Scudetto que logró en la 1986-87, cuando se proclamó campeón de la Serie A por primera vez. Comandado por Maradona, ese equipo también ganó la Copa Italiana tras vencer a la Atalanta en la final. El argentino marcó diez goles y fue el máximo artillero del torneo.
El éxito internacional llegó en la 1988-89 con la Copa de la UEFA. Después de dejar atrás en el torneo a equipos como Juventus, Bayern de Múnich o Stuttgart, con Maradona como capitán, el club italiano celebró el trofeo. El segundo título de Liga llegó en la 1989-90. Con Diego de nuevo como el máximo goleador del equipo gracias a sus 16 dianas, la ciudad celebró una nueva corona de Italia para descartar al resto de favoritos. En 1990, también disfrutó del título de la Supercopa de Italia después de vencer a la Juve.
Diego Maradona fue un icono en Nápoles, pero también dejó trofeos y registros estadísticos para la historia. Llegó a jugar 259 partidos, anotó 115 goles y repartió 78 asistencias. Más allá de todo eso, grabó para siempre su figura a una entidad que le juró amor eterno, como se puede ver en las calles de la ciudad.
El control antidopaje que manchó su historia
En marzo de 1991 arrancó ese final de Maradona en Nápoles. El 17 de marzo, tras el partido ante el Bari, fue sometido a un control antidopaje en el que, días después, el club confirmó que había dado positivo en cocaína. Un escándalo que terminó con el argentino fuera del club. Su último partido fue el 24 de marzo de 1991 contra la Sampdoria en un 4-1, derrota, en el que también marcó su último gol. A partir de ahí, se precipitaron los acontecimientos: se fue a Argentina e hizo frente a la sanción de 15 meses de suspensión.
Por la puerta de atrás y sin una despedida como tal pese a todo lo que había logrado en Nápoles. “Cuando llegué, me recibieron 85.000 personas. Cuando me fui, estaba complemamente solo”, dijo el propio Diego en una de sus entrevistas. Una salida muy polémica que marcó su trayectoria en la ciudad italiana. Tras eso y después de cumplir el castigo, firmó por el Sevilla.
Maradona, leyenda napolitana
Pese a ese complicado final, el tiempo le dio la dimensión suficiente a Nápoles para mantener su amor a Diego Maradona. Muchas de sus calles cuentan con el rostro del astro argentino, que marcó la historia del club por completo. Cinco títulos con el en el equipo para una entidad que hasta entonces no había podido reinar en Italia. Tras su muerte, se ha convertido en una divinidad allí. Desde ese primer día que vistió la camiseta napolitana ante River Plate.
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