Boca pierde el último tren para salvar su temporada

Boca Juniors, que no ha funcionado en ninguna competición doméstica esta temporada y se ha tenido que aferrar a las que funcionan a través de eliminatorias como la Copa Argentina o la Libertadores, cayó en el torneo nacional contra Estudiantes La Plata en las semifinales. Era el último tren para que la temporada del ‘Xeneize’, del que ya dimitió Jorge Almirón como gran reflejo de su venida a menos este curso. De haber conquistado al menos este título, los aficionados podrían afrontar el último encuentro del año deportivo, el de la última jornada de la Copa de la Liga, con algo que celebrar en el cierre. Su derrota se produjo por 2-3 y empezó mal ya de entrada por la expulsión de Saracchi en los primeros 15 minutos debido a una muy dura entrada. Se pasó de frenada y dejó a los suyos con uno menos, pero, aun así, el grupo se las apañó para anotar un par de goles después de que Carrillo abriera la lata. El encargado de esta diana, de hecho, superó al portero contrario antes de que los que actuaron como locales a ojos del marcador se quedaran con un futbolista menos sobre el terreno de juego, lo que habla bien de su capacidad en el cara a cara directo, sin necesidad de superioridades.

El espejismo de Merentiel

Después de quedarse con un jugador menos Boca Juniors, ocurrió algo de lo más llamativo: una remontada. El equipo, lejos de dejarse llevar por su mala dinámica de toda la temporada, máxime ahora que tenía el agua al cuello porque, como se ha mencionado en el apartado anterior, esta competición era la última oportunidad de dar una alegría a sus aficionados antes de la última jornada de la Copa de la Liga, logró darle la vuelta al luminoso con un doblete de Merentiel, que, antes del descanso, puso a los suyos por delante. Los fans estallaron en júbilo ante esta exhibición de entereza y orgullo. Desafortunadamente para quienes se habían levantado de sus asientos en señal de alegría, Boselli tardó tan solo un minuto en devolver la igualdad al marcador nada más arrancar la segunda mitad. Poco después, Nicolás Figal, con un mal despeje a un pase desde un costado del área, se mandó la pelota al fondo de sus propias redes y no pudo evitar lamentar un tanto en propia meta que comprometió las opciones de los suyos en lo que restaba de encuentro. El 2-3 terminó siendo oficial y, con él, acabaron las opciones del ‘Xeneize’ de demostrar que iba a ser capaz de pelear por este título. Ya en los minutos finales, se había disipado esa sensación de que la victoria era posible, así que los equipos se limitaron a terminar el partido de la forma más encomiable posible, si bien el golpe moral era ineludible en Boca Juniors. Además, con cada ofensiva de Estudiantes La Plata, se evidenciaba un poco más la ausencia de uno de los jugadores del esquema ‘xeneize’ por aquella expulsión de Saracchi, así que había que desfondarse atrás, lo que fatigó las piernas de los encargados de pelear, en los minutos finales del enfrentamiento, por salvar un empate que hiciera perdurar el juego.

¿Misma dinámica que en la Libertadores?

Boca Juniors, en cierto sentido, perdió siguiendo la misma dinámica que en la Copa Libertadores, en cuya final perdió contra Fluminense por 1-2 luego de reaccionar bien a un golpe inicial rival. En este encuentro, eso sí, el grupo no estuvo con uno menos en el campo ni estaba, por aquel entonces, dirigido por su actual técnico interino, pues Jorge Almirón continuaba al mando. Fue uno de los grandes motivos por los que el anterior técnico de otros conjuntos como el Elche optó por dar un paso al costado y dimitir de su cargo. A unos días de la caída, se hizo oficial en las redes sociales del club. En el partido continental, los brasileños empezaron anotando con un gol de Cano pasada la media hora inicial. Bien entrada la segunda mitad, Luis Advíncula, a quien se conoce por su pasado en la Liga Española, que forma parte de las grandes ligas, igualó las fuerzas asistido por Medina, gracias a lo que forzó la prórroga. Aún con el ensordecedor dulzor de la capacidad de los argentinos para levantarse cuando estaban tan tocados, John Kennedy rompió la lata de la prórroga en favor de los suyos y encauzó unos minutos finales en los que fue expulsado, vio cómo Frank Fabra también lo era y ganó. Para Boca, esta derrota fue un mazazo brutal porque, con la venida a menos en la Liga y en la Copa de la Liga, los aficionados tenían entre ceja y ceja un triunfo en una gran competición como la Libertadores, la más anhelada por todos, para olvidarse de las malas sensaciones. La Copa Argentina quizá no causaba tanta reverberación en el continente, pero, como también salió mal, los hinchas no pudieron siquiera consolarse con ella. De haber conseguido ambas, es bastante probable que la situación en la actualidad sería muy diferente y, presumiblemente, Jorge Almirón seguiría en su lugar.

El siguiente paso de Boca

Boca Juniors todavía tiene que terminar la temporada oficial con su partido frente a Godoy Cruz en la Copa de la Liga. Cuando lo haga, llegarán las elecciones presidenciales, en las que Riquelme tratará de confirmarse en el poder. Si lo hace, tardará tan solo unos días en trabajar para su nuevo entrenador. De hecho, ya ha declarado en público que tiene muy claro quién quiere que sea el estratega en su hipotética etapa de continuidad. A principios de diciembre, empezarán a conocerse los detalles del proyecto quede en sus manos en las de algún rival directo en los comicios. Solo quedan dos semanas. Ya ha salido a la luz gracias a la prensa argentina que Riquelme no tiene en mente la continuidad de Mariano Herrón, que volvería a la reserva, con la que fue campeón en 2022. En esta etapa con el primer equipo, ha sumado una victoria, una derrota y un empate, pero no está demasiado exigido porque todos saben que, al fin y al cabo, su labor es interina a la espera de que la directiva trabaje en un refuerzo. De todos modos, quién sabe si no estará en las quinielas de algún otro contrincante de Riquelme en las urnas. Ya ayudó al sénior en abril durante dos partidos en los que dio el paso al frente. En cierto sentido, quien en mejor condiciones está en la actualidad es el propio Herrón, pues es consciente de que no se le puede pedir demasiado con tan poco tiempo al mando del primer equipo y que siempre ha estado dispuesto a dar este complicado paso al frente cuando se le ha pedido. Si se decide que no debe seguir en su lugar, volverá al equipo de reservas, donde se le tiene en alta estima y continuará tratando de alimentar al conjunto de élite con nuevos talentos. Quizá, en el futuro, consiga dar forma a una verdadera candidatura a ser el técnico absoluto de Boca Juniors.