Barcelona FC

El Barcelona apuesta por las cláusulas de rescisión altas

Facebook
Twitter

Desde hace un tiempo, el Barcelona ha empezado a apostar por las cláusulas de rescisión altas para sus futbolistas más destacados. Hace ya 6 años que el PSG se hizo con los servicios de Neymar a través del pago de una cláusula de rescisión que en aquel entonces parecía inaccesible para cualquier club y que los parisinos pagaron sin gran esfuerzo. A partir de ese momento, los clubes comenzaron a temer el músculo económico de los millones de Catar y cada vez esa cláusula por romper el contrato ha ido siendo más elevada en los futbolistas de mayor calidad.

El Barcelona, que pasó unos malos años recientemente, ha ido reconstruyendo su plantilla y poco a poco ha podido incorporar mejores jugadores. El plan ha sido hasta ahora el de asegurar con cláusulas de rescisión casi astronómicas a estos futbolistas para no tener que lamentar luego bajas inesperadas.

Portería a salvo hasta 2028

Marc-André ter Stegen tiene contrato hasta 2028 y no parece que el Barcelona, después de la buena campaña del arquero en la 2022-23, vaya a tener interés de buscar un nuevo meta. El alemán tiene una cláusula de rescisión de 500 millones de euros, en tanto que su sustituto Iñaki Peña tiene el futuro blindado en el club catalán hasta 2026 con una cláusula de rescisión de 400 millones.

Una defensa mil millonaria

Una de las causas por las que el Barcelona salió campeón de Liga en este 2023 fue la mejora defensiva. Los azulgranas han pasado a tener otra vez una defensa de garantías, aunque en este nuevo curso las cosas no hayan ido tan bien como hace unos meses.

En la zaga ‘culé’ se mezclan jugadores que han subido del segundo equipo con fichajes de nivel. Entre los primeros estarían Alejandro Balde y Ronald Araujo. El lateral tiene contrato hasta 2028 y una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. El charrúa tiene la misma cláusula, pero su relación con la entidad azulgrana finaliza antes, en 2026.

Además, el Barça acordó esta campaña la llegada de Íñigo Martínez, a quien por su veteranía solo firmó hasta 2025. El ex del Athletic tiene una cláusula de 400 millones, que es inferior a la suscrita en su día por Jules Koundé y Andreas Christensen. El francés, con contrato hasta 2027, tiene una cláusula de rescisión de 1.000 millones y el danés firmó hasta 2026 con una opción de ruptura de 500 millones.

Marcos Alonso, que estuvo a punto de dejar el equipo, tiene la cláusula de rescisión más baja de la plantilla. El polivalente futbolista puede romper su contrato por 50 millones de euros y está ligado a la entidad hasta 2024.

Además, los cedidos Eric García, Julián Araujo y Sergiño Dest comparten importe de 400 millones de euros en la cláusula de rescisión, en su caso con atadura a la entidad azulgrana hasta 2026 los 2 primeros y 2025 el norteamericano de origen neerlandés.

Un centro del campo de mucho futuro

El Barça tiene grandes esperanzas en el desarrollo de Pedri y Gavi. El primero llegó hace unas cuantas temporadas ya de la UD Las Palmas y, aunque fichó para el filial, terminó quedándose en el primer equipo. ‘Culé’ desde que era un niño, el tinerfeño tiene contrato hasta 2026 en el Barça y una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Gavi, buen amigo de Pedri y en su caso canterano de La Masia, también tiene blindado su futuro por esa cantidad. En su caso, el contrato se extiende también hasta 2026.

Entre los fichajes de los últimos tiempos, Gündogan firmó solo por 2 años, hasta 2025, razón por la que su cláusula de rescisión es de 400 millones de euros. Más años lleva en el Barcelona Frenkie de Jong, ya asentado en la élite del futbol europeo. El neerlandés, con contrato hasta 2026, también puede romper el mismo por 400 millones de euros.

Finalmente, Oriol Romeu, llegado este 2023 y con contrato hasta 2026, y Sergi Roberto, capitán y canterano que tiene hasta 2024 firmado, comparten igualmente cláusula de ruptura de 400 millones de euros, la misma que tiene otro hombre de La Masia, en este caso recién instalado en el primer equipo, como Fermín. Acaba contrato en 2027.

Pablo Torre es el centrocampista con menor cláusula de rescisión. El joven cedido al Girona, con contrato hasta 2026, podría salir de un equipo en el que no ha logrado triunfar por apenas 100 millones de euros.

Delantera cara y asegurada

El Barcelona no ha querido dejar opción a sorpresas y también ha asegurado el futuro de sus delanteros con importes altos. Robert Lewandowski, la estrella más reconocible, se queda en 500 millones de euros por su veteranía. Al ex del Bayern le queda contrato hasta 2026.

Ferran, llegado hace prácticamente 2 años en el mercado invernal, y Raphinha, fichado ya en el año 2022, comparten el importe de 1.000 millones de euros de cláusula de rescisión. Ambos, además, finalizan contrato en 2027.

Ansu Fati, que ha sido prestado al Brighton para que recupere su mejor nivel, también tendría que desembolsar 1.000 millones de euros para romper su vinculación. Hace ya varios años, en plena explosión del futbolista, el Barcelona le ató con un contrato hasta 2027.

Capítulo aparte merece la última irrupción del conjunto ‘culé’, el joven Lamine Yamal. Firmó hasta 2026 con una cláusula de 1.000 millones de euros en este mismo año 2023. Sin embargo, cuando alcance la mayoría de edad, el Barcelona se ha comprometido a revisar su contrato para que esté ligado a la entidad catalana al menos hasta el año 2030.

Facebook
Twitter