Lesiones en la pretemporada argentina: ¿a qué se deben?
¿Quién soy? Pues según mi pasaporte, soy Héctor Núñez y según lo vivido, soy periodista y marketero.
La pretemporada está causando estragos en algunas plantillas de primerísimo nivel por las lesiones. El ‘Pity’ Martínez, Marcos Rojo, Manuel Lanzini… Hay algo que está poniendo en jaque las planificaciones deportivas de los equipos rumbo a la Copa de la Liga y hay que estudiar de qué puede tratarse. Quizá se trate tan solo de una situación fortuita que tenga que ver con la mala suerte, pero también ha podido influir el poco descanso de los jugadores tras la campaña pasada o dinámicas que recargan su calendario como los partidos amistosos fuera del país. Véanse River Plate y Estados Unidos.
A tenor del último caso, el de Lanzini, es el que mejor ilustra que puede que los encuentros preparativos estén causando un efecto negativo en la salud física de los futbolistas. Lanzini tuvo que marcharse al banquillo antes de tiempo en una cita en la que no debía estar demasiado exigido porque no era parte de una competición oficial. Aun así, el esfuerzo es innegable sobre el terreno de juego porque los técnicos están atentos en sus pupilos en búsqueda de confeccionar sus onces perfecto para cuando arranque el curso. Es comprensible que, ante esta presión, los jugadores fuercen para impresionar a sus jefes.
El caso de River Plate: ¿demasiados partidos?
El caso de River Plate es digno de estudio porque es uno de los principales exponentes del fútbol argentino, del latinoamericano y porque, al ser de los punteros de su país, ha participado en todas las competiciones que podía a lo largo de la temporada. Su presencia en el Trofeo de Campeones tras alcanzar la semifinal de la Copa de la Liga Profesional es el mejor ejemplo. Además, anteriormente, los de Martín Demichelis ganaron la Liga, así que llevan con un nivel de exigencia sobresaliente desde principios de año. Esto ha dado a la plantilla un descanso de menos de un mes antes de volver.
El regreso tras las vacaciones de fin de año se produjo en el amistoso contra Rayados de Monterrey de la pretemporada en Estados Unidos. River Plate empató 1-1 apenas unas semanas después de haber perdido contra Rosario en el partido por el Trofeo de Campeones y, con tan solo un día de recuperación, se vio las caras con Pachuca en ese choque en el que, como se ha mencionado párrafos atrás, Manuel Lanzini se lesionó. Otra baja que parece haber pasado más desapercibida, pero que se produjo y que tiene sus consecuencias negativas para la plantilla, es la del juvenil Tomás Leiva, que se dañó.
Este tipo de situaciones seguirán dándose a lo largo de todo el año 2024. Solo hay que echar un vistazo al calendario del equipo en febrero para darse cuenta de ello. El grupo se verá las caras con Barracas Central el 31 de enero para, tan solo cinco días después, medirse a Vélez Sarsfield. Ambos duelos corresponden a la Copa de la Liga, así que hay que preguntarse si no debería la organización del campeonato fijarse en este tipo de situaciones para propiciar que los jugadores gocen de un mayor tiempo de recuperación. Así, quizás el saldo de lesiones iría yendo a menos poco a poco.
¿Quiere el fútbol copiar al deporte norteamericano?
La rutina de competir prácticamente cada tres días sin que haya apenas tiempo para preparar los partidos está bastante asentada en Estados Unidos. No sorprende que el fútbol haya tomado la misma deriva en búsqueda de potenciar sus recursos y ganar más dinero con patrocinios y retransmisiones. El problema es que las plantillas del deporte rey son más cortas que las de otras disciplinas en las que es más fácil de gestionar, para los técnicos, tener que ir rotando a sus jugadores cada muy poco tiempo ante la exigencia de los rivales, que se presentan, de media, dos veces cada semana.
El fútbol americano es quizás el mayor exponente de esta tendencia. Las franquicias de la NFL cuentan con tan solo una semana de descanso a lo largo de toda la temporada regular, antes de los ‘play offs’ que deciden al campeón en la Superbowl. El asunto es que sus equipos trabajan con once jugadores para atacar y con otros once jugadores distintos para defender, de modo que cada profesional va gozando de su requerido descanso en pleno partido. De hecho, si una jugada ofensiva del rival se alarga, los atacantes del conjunto que defiende pueden pasar un buen rato a la espera.
En el fútbol, esto no es tan asequible porque hay plantillas cortas, de incluso menos de 20 jugadores, que no pueden asumir tal reto. Hay que tener en cuenta que suele haber unos tres cambios por encuentro, lo que hace que haya que ver, como máximo, a 14 jugadores distintos en eventos que ya se están alargando mucho más allá de los 90 minutos entre el tiempo que se añade antes del descanso y el que se agrega al final del encuentro. Para clubes con situaciones económicas complejas, esto puede requerir tener hasta menos jugadores o recurrir a los jóvenes del filial, menos preparados para ello.
No es un problema patrio, sino general
Argentina no es el único país del mundo en el que se están dando tantas lesiones en la pretemporada. Aunque el lector pueda pensar que es lo que está sucediendo ante las recientes dolencias de jugadores de River Plate y otros equipos, la realidad es que ha habido roturas de mucha importancia a lo largo de todo el planeta. Hay que acudir a las grandes ligas, donde el calendario está más inflado y hay más exigencia, para comprobarlo. Éder Militao, David Alaba, Thibaut Courtois, Arda Güler, Kevin de Bruyne, Pedri González, Gavi, Nkunku, Ansu Fati… Hay una plaga que afecta a toda Europa.
De hecho, esto ha llegado al punto de enfrentar a los entrenadores con sus propios jugadores. Puede que parezca que no es justo comparar Argentina con el resto del mundo porque el país de la ‘Albiceleste’ se encuentra en su pretemporada, pero hay que tener en cuenta que, por su sistema, sus jugadores han cargado con tantos partidos como los de las grandes ligas a estas alturas de la campaña. En la Roma, antes del despido de José Mourinho, este sugirió, en rueda de prensa, que Chris Smalling estaba exagerando los efectos de su lesión para no volver al campo. El defensa lo desmintió en IG.
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«Es uno de los tipos más amables que he conocí, hablaba bien inglés, amable, todos queríamos que funcionara. Hay gente por la que no sientes lástima, pero Falca era distinto, solo no podía actuar por su lesión».
-Chris Smalling, exjugador del United. A siete años de su lesión. pic.twitter.com/VGy3TZXAcO
— Goles en Directo (@golesendir_) January 23, 2021