¿Qué es el Blackjack y cómo se juega?

El Blackjack es uno de los juegos de cartas más jugados del casino y utiliza una baraja inglesa de 52 naipes. Conocido popularmente como “vingt-et-un”, el objetivo es sumar o acercarse lo máximo posible, sin pasarse, al valor 21. Además, a diferencia de otros pasatiempos, no se compite contra los otros usuarios de la mesa, sino que quien se tiene que superar es el crupier o repartidor, que también dispone de su propia mano. A continuación, en este artículo de Codere entraremos a detallar los aspectos más importantes de esta práctica.

Historia del Blackjack

El origen de este entretenimiento es desconocido, aunque existen diferentes referencias literarias que lo sitúan en el siglo XVII en lo que hoy sería España. Aun así, dos de los países más importantes en su camino hacia la fama fueron Francia y Gran Bretaña, donde se incorporaron las primeras reglas y se le bautizó como “vingt-et-un”, algo que luego cambiaría.

Uno de los momentos clave en la historia del Blackjack fue su desembarco a Estados Unidos, donde llegó a principios del siglo XIX a la ciudad de Nueva Orleans a manos de los colonos franceses. A partir de aquí, aprovechando que los juegos de casino eran legales, se fue expandiendo por todo el territorio, modificando y añadiendo algunas particularidades.

Una de ellas fue una apuesta especial, que consistía en pagar diez veces más al jugador si conseguía una victoria con un Jack de tréboles o picas, los dos palos de color negro. Traducido al inglés, esto se conoció como “black jack” y poco a poco fue desbancando el nombre originario “vingt-et-un” de los salones de juego y llegando a todos los rincones del mundo.

Durante el siglo XX se incorporaron premios especiales y a finales la actividad migró al campo virtual, donde hoy en día se mantiene con gran popularidad en casinos online como el de Codere. Ahora, existen diferentes modalidades donde elegir, desde aquellas más fieles a la primera versión hasta las que proponen experiencias novedosas en forma de bonificaciones.

Reglas básicas del Blackjack

Las Blackjack reglas son fáciles de entender, pero antes de entrar a detallarlas, cabe insistir en cuáles son los objetivos de cualquier partida, pues hay dos de muy claros. En primer lugar, el valor total de la mano del jugador tiene que sumar o acercarse lo máximo posible al 21, pero sin pasarse en ningún caso. En segundo, debe superar la mano jugada por el crupier.

Como hemos mencionado, cada uno de los naipes tiene asociado un valor y estos son los siguientes:

• Las cartas numéricas (del 2 al 10): El mismo valor que su número.
• Las figuras (J, Q y K): 10 puntos.
• El As (A): Puede valer 1 o 11 puntos.

Por lo que hace al desarrollo de la partida, en el reparto inicial, el repartidor o crupier entrega dos cartas a cada uno de los jugadores. Hace lo propio con su mano y muestra solo uno de sus naipes para que lo vean el resto de integrantes de la mesa. Entonces, es el turno de cada participante y se pueden llevar a cabo cinco acciones muy diferenciadas:

• Pedir (Hit, en inglés): Solicitar una nueva carta para acercarse al objetivo.
• Plantarse (Stand): Seguir con los naipes y pasar turno.
• Doblar (Double Down): Duplicar la apuesta y recibir una carta adicional.
• Dividir (Split): En el caso de que las cartas iniciales sean iguales, hay opción de dividir las manos con una apuesta adicional, jugando cada una individualmente.
• Rendirse (Surrender): Abandonar y recuperar la mitad de la apuesta.

Una vez jugada la mano, es el turno de crupier. Este debe ir pidiendo cartas hasta alcanzar, como mínimo, 17 de puntuación. Si supera la barrera de los 21, el jugador gana de forma automática.

También hay otra forma de ganar, como cuando el valor de la mano es mayor que el del repartidor y sigue siendo inferior a 21. Al mismo tiempo, hay un premio especial, hacer Blackjack, que consiste en que las dos cartas suman 21, algo que se consigue con un As y una carta de 10 puntos. Suele tener un retorno de 3:2.

Por otro lado, hay opciones de empate, que se resuelve devolviendo la apuesta y es cuando el jugador y el crupier tienen la misma puntuación. Y, la derrota, cuando la mano del usuario supera el 21 o el repartidor suma un valor superior sin haber alcanzado el límite establecido. Al terminar, se inicia una nueva ronda.

Estrategias para ganar en el Blackjack

En el Blackjack, hay algunas estrategias básicas para mejorar las probabilidades según la mano que a uno le ha tocado, como, por ejemplo, dividir siempre que hayan tocado valores altos, como el As o el 8. Cuando se alcanzan los 17 puntos, lo más recomendable es plantarse en la mayoría de las ocasiones, pues las posibilidades de pasarse son elevadas.

Una técnica más avanzada es el conteo de cartas, que consiste en tratar de saber si la jugada favorece al jugador o al crupier. Se establece un sistema en la que se valoran las cartas bajas (de 2 a 6), las neutrales (de 7 a 9) y las altas (10, J, Q, K y A). Si hay más bajas, significa que las altas están por salir, cosa que normalmente beneficia al usuario.

Diferencias entre el Blackjack en vivo y online

En el juego de cartas Blackjack, existen algunas diferencias según si la partida se da en el casino en vivo o en el online. El primero está integrado al segundo y se caracteriza por conectar en directo con una mesa y con un crupier real al otro lado de la pantalla dirigiendo la sesión. De este modo, la experiencia es más interactiva que cuando no hay presencia humana, añadiendo un toque social. De normal, suelen ser modalidades clásicas y su desarrollo es más lento, a diferencia de las online, con más variantes, más apuestas adicionales y mayor dinamismo.

Consejos para principiantes

Conocer los detalles del Blackjack, como el objetivo o el valor de las cartas, es algo fundamental antes de iniciar la partida. A partir de aquí, se pueden seguir algunas estrategias, como las que ya hemos mencionado, pero, sobre todo, tiene mucho peso una óptima gestión del saldo. Existen modos gratuitos para practicar y, si uno quiere iniciarse con dinero real, es importante establecer un presupuesto máximo y no excederse ni de esa cantidad ni de tiempo. Además, cuanto menos se deje uno llevar por las emociones, más control tendrá de la partida.